EL PP ESPERA ARRASAR EN 2011
El próximo gobierno municipal complutense puede ser muy igual al actual y simultáneamente muy distinto del de ahora. Puede ser muy igual porque el Partido Popular tiene una probabilidad muy elevada de obtener mayoría absoluta por segunda vez consecutiva y eso le daría de nuevo el gobierno del ayuntamiento. Pero también será sin duda un gobierno con formas muy distintas al hacer política porque incluso un PP que arrasara con quince concejales ha de pensar en el futuro y precisamente no hay mejor oportunidad para hacer planes que la brindada por la victoria.
La cotización de la marca PSOE decae en el mercado electoral de semana en semana. Hasta quienes estamos convencidos de que una candidatura socialista conserva siempre al menos un suelo del 30%, incluso en las peores de sus circunstancias, empezamos a dudar de nuestra convicción. El desastre socialista en Cataluña es una mostración empírica imposible de ignorar. Rodríguez Zapatero quizá tenga todavía un margen de tiempo para salvar sus muebles, pero su PSOE presenta mala cara ante las elecciones de 2011, y Alcalá no parece la excepción confirmadora de la regla. Aunque los psoístas alcalaínos se distanciaron del dictado zapateresco en su estrategia de asalto al gobierno camita, evidentemente no podrían marcar distancias declaradamente respecto a su secretario general -ni siquiera en el caso improbable de querer hacerlo- porque tal remedio sería peor que la enfermedad. En estas condiciones, el PSOE complutense hace lo mejor que puede hacer: capear el temporal discretamente con buen animo y esperar que amaine. Y en este punto entra la variante de UPyD.
Los responsables alcalainos del partido de Rosa Diez pregonan su disposición a no apoyar a grupos sino a propuestas, una por una, y a tenor de las valoraciones que les merezcan. Al día de hoy, este grupo parece indicado para recibir votos disconformes con el PSOE, lo que le daría una opción importante en el ayuntamiento para ser un grupo significativo, especialmente si no se deja enredar en acuerdos globales de gobierno y, al votar asunto por asunto, fuerza la explicación ante el agora de todos ellos.
Es probable que la corporación municipal complutense que emerja en junio del año próximo esté dominada por el PP y cuente en sus escaños con la variable UPyD. Esa variable podría ser integrada con elevada frecuencia en las ecuaciones del gobierno popular, con lo que el PP rompería la unidad de la oposición, enriquecería el debate y arrinconaría un poco más a PSOE e IU si recibiera de vez en cuando el apoyo prometido por UPyD a propuestas políticas que lo merezcan. De esa manera, el gobierno salido de las urnas en 2011 sería igual al de hoy, con mayoría absoluta uno y otro, pero parecería menos hegemónico ante los ciudadanos, y eso lo convertiría en un gobierno con un aspecto distinto, aparentemente mas necesitado del apoyo social permanente de sus votantes.
Un apoyo fuerte de los votantes no vendría mal al PP después de su esperada victoria en 2011 si pretende pensar en un futuro local sin Bartolomé Gonzalez a la cabeza. El alcalde ha hecho saber con repetición que su disposición para dedicarse a la política municipal tienen un limite. Bartolo ha aceptado encabezar otra vez la candidatura y lo ha hecho con entusiasmo y dispuesto, como los futbolistas concienzudos, “a darlo todo”, pero seguramente puede imaginarse como partícipe en singladuras políticas por mares de mayor calado que el complutense.
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