UPyD PODRÍA CONVERTIRSE EN ARBITRO MUNICIPAL
Con la nominación de Anselmo Avendaño como candidato número 1 de UPyD para las elecciones municipales de mayo se completa el cuarteto de aspirantes con probabilidad computable de tener voz y voto en la corporación municipal complutense desde junio del año que viene. Los aficionados a las emociones ligadas a la incertidumbre están de enhorabuena al contar con nuevo jugador en la partida complutense: si el partido de Rosa Díez consigue votos suficientes para obtener concejales en Alcalá, ¿a quien se los quitará? Y, consecuentemente, ¿como podría influir una emergente UPyD en la distribución partidaria de los 27 concejales alcalaínos y , por tanto, en la estructura de poder en el Convento de Agonizantes?.
Hace dos años, en la contienda de las elecciones generales, Rosa Díez quitó al PP un no despreciable puñado de votos; tan no despreciable que, proyectadas aquellas cifras sobre la composición del Ayuntamiento, arrebataban al PP la mayoría absoluta. Pero las cosas son distintas cuando la circunscripción es la municipal y los candidatos no son Rajoy y Díez, sino el muy conocido Gonzalez y el aun poco conocido Avendaño.
Quienes están hoy en peores condiciones para afrontar el desafío de UPyD en Alcalá son los responsables del PSOE, obligados a pechar contra la onda de antipatía cuyo origen está en la Moncloa, una onda con vocación de tsunami capaz de arrasar las playas socialistas en 2011, incluso contando con el plus de simpatías que el PSOE local haya podido obtener al alinearse con decisión detrás del “antizapaterista” Tomás Gómez en sus primarias.
El perjuicio que Rodríguez hace a sus partidarios locales puede dar al traste con muchas esperanzas. Y en Alcalá con mayor motivo: si hasta ayer el único rival del PSOE en la izquierda era una IU que en los últimos meses ha mejorado mucho sus expectativas nacionales, ahora cuenta con otro competidor en alza: el partido de Rosa Díez mejora constantemente sus expectativas, especialmente en la región de Madrid, y no cabe olvidar su naturaleza socialista y, por ello, su cualidad de competidor directo del PSOE.
¿Pueden estar tranquilos y contentos los peperos porque UPyD muerda sobre todo al PSOE? Pueden... si no hacen muchas cuentas. Aun suponiendo que el mayor bocado lo sufriera el PSOE, se debe contar con que a él se añadirían votos dispersos arañados a la abstención y al propio PP; esos votos por sí mismos no valdrían ni un concejal a UPyD si no pasaba el corte del 5%, pero le valdrán muchísimo si, añadidos a los recibidos de socialistas hartos de ZP, supera la barrera y alcanza no sólo uno, sino dos o más escaños. El resultado de las elecciones de 2011 podría colocar al partido de Rosa Díez en funciones de arbitro principal de la política municipal complutense.
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